ALERGIA A LA SOJA
La alergia a la soja es una reacción adversa del sistema inmune a las proteínas propias de la misma. Esta puede ir acompañada de otras alergias a proteínas similares como los cacahuetes y otras legumbres.
Igual que otras alergias, la sintomatología característica que llevan asociada es la dificultad para respirar, pitidos y opresión de garganta. Además de estos efectos sobre el aparato respiratorio, también puede aparecer sintomatología digestiva, como vómitos o diarrea. Así como signos de inflamación, como urticaria en la piel o hinchazón y enrojecimiento de los ojos.
Para evitar los síntomas y las complicaciones asociadas, se elimina la soja y todos sus derivados de la dieta. Para ello es muy importante fijarse en los componentes de los alimentos, ya que la soja es utilizada ampliamente por la industria alimentaria.
Es fácil detectar esta legumbre si hablamos de yogur de soja, de bebida de soja o salsa de soja, pero cuando se trata de sopas, galletas saladas o caramelos es difícil de detectar porque no esperaríamos su presencia en los dichos alimentos. Para asegurarse de la inocuidad del producto en personas con alergia a la soja, es necesario supervisar o preguntar los ingredientes de los productos que se adquieren o se desean comer.
Desde la promulgación de la norma europea 1169/2011 sobre el reglamento de información al consumidor, los establecimientos que ofrecen comida o las empresas de restauración colectiva, debe tener a la disposición del consumidor, la información referente a los ingredientes en general y a los alérgenos en particular de cada alimento, plato o elaboración.
A continuación, dispones de más información que te facilitarán el día a día. Y dado que, en dietas vegetarianas y veganas, la soja es un alimento importante, te proponemos algunas recetas que reemplazan la soja por otras legumbres para que sigas disfrutando con seguridad de todos los platos.
SABER MÁS
La alergia a la soja es una reacción adversa del sistema inmune a las proteínas de la soja. Aparece en los primeros meses de vida y afecta a un 0,4% de la población pediátrica aunque desaparece en un 70% de los casos tras 1-2 años de eliminación dietética.
Es poco común que el paciente presente únicamente alergia a la soja ya que suelen existir reacciones cruzadas a otras proteínas de la misma familia: cacahuetes, leguminosas o proteína de la leche de vaca.
Decimos reacciones cruzadas para referirnos a la reacción que desencadena el sistema inmunitario al detectar como alérgenas, proteínas similares estructuralmente a las de la soja. Es decir, dan la misma sintomatología aún no siendo la auténtica proteína a la que se es alérgico.
La sintomatología que presenta esta alergia alimentaria puede ser cutánea, respiratoria y gastrointestinal y es muy variable: la misma persona puede reaccionar de maneras distintas a la misma cantidad de soja en momentos diferentes.
- Respiración sibilante (“pitidos” al respirar)
- Dificultades para respirar
- Tos
- Ronquera
- Opresión de garganta
- Dolor abdominal
- Vómitos y diarrea
- Ojos hinchados, llorosos y con picor
- Urticaria, granos rojos
- Inflamación
- Disminución de la tensión arterial: desfallecimiento o pérdida de la conciencia (desmayo)
Es muy poco común que la alergia a la soja produzca anafilaxia, aunque hay casos muy graves en los que se puede dar, presentando un riesgo vital.
El tratamiento para este tipo de alergias es la eliminación de la soja y sus derivados de la dieta. La soja y sus derivados son de gran utilidad en la industria alimentaria y se encuentra como aditivo en un sinfín de productos procesados, por lo que hay que fijarse en el etiquetado y evitar el consumo de alimentos que contengan:
- Germinado o brotes de soja
- Lecitina de soja*
- Sémola de soja
- Bebida vegetal de soja
- Yogurt de soja
- Aceite de soja*
- Salsa de soja
- Harina de soja
- Yuba (queso de soja o tofu)
- Proteína de soja hidrolizada
- Concentrado de proteína de soja
- Aislado de proteína de soja
- Nueces de soja
- Frijoles de soja
- Frijoles fermentados
- Tofu
- Kyodufu (tofu liofilizado)
- Akara (alimento hecho con varias semillas)
- Edamame (soja en vainas)
- Glycine max
- Miso
- Natto (pasta de soja fermentada)
- Okara (pulpa de soja)
- Salsa Shoyu
- Tamari (gránulos de soja)
- Tempeh (pasta de soja fermentada)
- Proteína vegetal texturizada (TVP)
- Yuba (alimento asiático a base de soja)
*En cuanto al aceite de soja, siempre que sea altamente refinado podrá ser consumido sin peligro de provocar ninguna reacción alérgica ya que el contenido en proteínas es extremadamente bajo. Sin embargo, si el aceite de soja está prensado por expulsión, extrusión o prensado en frío, la presencia de proteínas es mayor y puede ocasionar reacciones adversas. Estos últimos deben ir indicados en el etiquetado de los alimentos.
*La cantidad de proteína que hay en la lecitina de soja extraída correctamente es suficientemente baja para no producir ninguna reacción adversa. Dado que no todos los procedimientos de extracción obtienen una lecitina de soja libre de proteínas, este ingrediente sí debe indicarse como alérgeno y es recomendable evitar su consumo.
Los alimentos que podrían contener soja como aditivo son:
- Alimentos para bebés
- Fórmulas infantiles
- Productos horneados
- Panes
- Caramelos
- Cereales
- Sustitutos del queso
- Chocolate
- Sustitutos del café
- Carnes vegetarianas comerciales
- Condimentos
- Galletas saladas
- Sustitutos de la leche
- Margarina
- Cremas no lácteas
- Alimentos empaquetados
- Carnes procesadas
- Polvos y suplementos de proteínas
- Salsas
- Sopas
- Mezclas de especias
- Productos vegetarianos
- Saborizantes naturales
- Goma de mascar vegetal
- Grasa sólida vegetal
- Caldo de verduras
- Proteína vegetal
- Almidón vegetal
El colectivo que sigue una dieta vegetariana o vegana incluyen la soja y derivados, de forma habitual, en su alimentación. Hay que tener especial atención pues, si surgiera la alergia a esta legumbre.
Seguidamente, le proponemos un menú de 3 días seguro para una persona con alergia a la soja:
PREGUNTAS FRECUENTES
Realizar una dieta vegana equilibrada y saludable teniendo alergia a la soja es posible. La soja se puede sustituir por otras legumbres (siempre y cuando no exista una reactividad cruzada) como lentejas, habas, judías verdes, garbanzos… que aportaran un elevado contenido en proteínas, fibras, vitaminas y minerales.
Todos los derivados de la soja (como el tofu, el tempeh, el tamari, nata de soja para cocinar…) se pueden sustituir por derivados de otras legumbres u otros alimentos (seitán, salsa de coco/avena, frutos secos, semillas, amaranto, algas..)
También es interesante añadir pseudocereales (quinoa, trigo sarraceno, amaranto…) ya que son una fuente alternativa de proteínas vegetales, fibra, ácidos grasos poliinsaturados y vitaminas y minerales.
La lecitina de soja per se, contiene unos niveles muy bajos de proteína de soja, los cuales no provocarían una reacción alérgica en la mayoría de personas. Como no se indica la cantidad de proteína que puede contener (depende de la purificación de los procesos de extracción) se debe indicar como alérgeno y evitar el consumo por parte de las personas alérgicas a la soja.
En cuanto al aceite de soja, dependiendo del tipo de extracción puede ser apto o no.
- Si ha sido altamente prensado, el contenido en proteínas es prácticamente nulo y se puede consumir sin peligro de una reacción adversa.
- Si ha sido prensado en frío, en expulsor o extruido no puede consumirse ya que contiene proteínas que podrían provocar una reacción adversa.
En ambos casos, antes de tomar alguno de estos componentes se debe consultar al médico especialista.
No. La soja es rica en proteínas vegetales, tiamina, riboflavina, hierro, fósforo, magnesio, calcio, zinc y vitamina B6. Todos estos nutrientes se pueden obtener de otras fuentes, por lo que la soja no es indispensable ni su eliminación de la dieta va a suponer ningún déficit.
Las fuentes alternativas serían: fuentes proteicas animales (carnes, pescados, huevos, lácteos) o vegetales (otras legumbres, frutos secos), frutas y verduras.
Igual que en la mayoría de los casos de alergias alimentarias, se le requerirán los síntomas acaecidos. Lo cual será complementado con pruebas de punción cutánea o análisis de IgE específica en sangre.
La norma europea sobre el REGLAMENTO DE INFORMACION AL CONSUMIDOR (RIAC) 1169/2011 aplicable desde el 13 de diciembre de 2014, obliga a la industria alimentaria a declarar la presencia de soja y/o derivados como uno de los 14 alérgenos alimentarios. De hecho, aparecerá en negrita o tipografía diferente al resto de ingredientes para facilitar su lectura.
Puedes ver la lista de derivados de la soja en el apartado «TRATAMIENTO NUTRICIONAL»
La sintomatología puede ser cutánea, respiratoria y gastrointestinal. Y hay variabilidad intrapersonal, por lo que una persona puede mostrar diferente sintomatología, pero toda hay que considerarla para el diagnóstico.
La persona con alergia puede mostrar respiración sibilante, dificultad para respirar, tos, ronquidos y opresión en la garganta. Aparte de la sintomatología respiratoria, pueden darse vómitos y diarrea, dolor abdominal, disminución de la tensión arterial… y si evoluciona a un estado más grave, anafilaxia.