ALERGIA A LOS ALTRAMUCES
El altramuz también llamado lupino, es un alimento perteneciente a la familia de las leguminosas. La prevalencia de esta alergia es variable alrededor del mundo. En los países mediterráneos y en Australia hay más personas afectadas que en América del norte y el norte de Europa.
La alergia al altramuz es una reacción de hipersensibilidad mediada por la inmunoglobulina E. El sistema inmunitario detecta algunas proteínas del altramuz como perjudiciales para el organismo y crea anticuerpos (IgE) para defenderse de los mismos. Después de esta fase, en el próximo contacto con el altramuz, el sistema inmunitario desencadenará una serie de reacciones que darán una sintomatología característica y puede llegar a ser mortal.
En los últimos años, la formulación de productos ricos en proteínas ha ganado importancia en nuestro entorno. Y ahí el altramuz juega un papel importante. Ya que se trata de una leguminosa, por lo tanto rico en proteínas. Y además, no tiene gluten. Una ventaja para la elaboración de productos sin gluten.
Dado el interés que tienen este tipo de afectaciones, la ley establece la obligatoriedad de declarar la presencia de los alérgenos, entre los que está el altramuz, en la etiqueta del producto. De esta forma es mucho más fácil identificarlo. Aunque hay que ir con cuidado. No es así en América. Allí se consideran 8 alérgenos, 6 menos de los que tenemos en cuenta en Europa. Es por ello que hay que ir con especial atención si viajas a América. Deberás leer todas las listas de ingredientes para identificar el “altramuz” o “lupino”.
A continuación te contamos más información sobre como se puede diagnosticar y tratar esta alergia.
SABER MÁS
La alergia al altramuz es una reacción exagerada del sistema inmunitario para defender el organismo de algo (el altramuz) que en condiciones normales, sería inofensivo.
Al detectar este alimento como peligroso, el cuerpo crea anticuerpos, concretamente inmunoglobulinas E específicas para detectar la proteína del altramuz. De esta forma, el sistema inmunitario se prepara para posteriores encuentros con la sustancia detectada como extraña. Las inmunoglobulinas E serán liberadas cuando el organismo entre en contacto (oral o por contacto) con el altramuz. Seguidamente, aparecerán una serie de síntomas que se enumeran en el siguiente apartado, pudiendo llegar a ser mortales.
El diagnóstico de las alergias es vital. Seguidamente, recibirá las pautas médicas necesarias para que la vida cotidiana pueda ser de lo más normal.
Cuando el sistema inmunitario reacciona liberando las inmunoglobulinas E se desencadena una cascada de reacciones que provocan malestar. Concretamente, picazón en la boca, inflamación de la cara, la lengua y la garganta, dolor abdominal que pueden cursar con náuseas y vómitos, secreción de los ojos y/o de la nariz y problemas para respirar. En los primeros momentos, tos, sibilancia y síntomas cardiovasculares. Pero puede alcanzar la anafilaxia, un estadio más grave pudiendo llegar a ser mortal. La inyección de epinefrina es la que puede hacer este estado reversible. De ahí la importancia de tener un diagnóstico correcto de la alergia que pueda acompañarse del tratamiento farmacológico adecuado.
Tener asma supone un factor de riesgo para las alergias, por eso será conveniente tener bien controlada la enfermedad y tomar la medicación correspondiente.
La sintomatología descrita responde a la toma de altramuz o alimentos que lo pudieran incluir. Sin embargo, el contacto con la planta del altramuz podría también precipitar reacciones alérgicas que se manifestarán en la dermis.
En primer lugar, se tendrá en cuenta su historial médico para descartar otras afecciones y enfocar bien el diagnóstico. Después es probable que le deriven a alguna de estas tres pruebas:
- Analítica de sangre que valore la IgE para altramuz en sangre. Es decir, cuantificará las inmunoglobulinas E que el cuerpo ha creado para defenderse de la proteína del altramuz.
- Prueba cutánea con punción específica para altramuz. En esta, se expone a sustancias sospechosas de crear alergia y se observa la presencia de signos de reacción alérgica.
- La prueba de provocación consiste en administrar una pequeña cantidad de alérgeno en condiciones controladas para valorar la reacción posterior.
El resultado de estas pruebas es dicotómico, solo tiene dos posibles respuestas, alérgico o no alérgico al altramuz. No se puede ser “un poco alérgico”.
Exactamente igual que en todas las alergias, se recomienda llevar una dieta libre de altramuz o sus derivados.
Como se ha comentado más arriba, la industria alimentaria últimamente recurre a la harina de altramuz (así como de otras legumbres) para la formulación de sus productos. Para detectar su presencia, solo habrá que leer la lista de ingredientes. Desde 2011, con el reglamento europeo 1169/2011 se obliga a indicar en tipografía de letra diferente los 14 alérgenos más frecuentes, de entre los que se encuentra el altramuz. De esta forma el consumidor puede comprobar la aptitud del producto.
Si se trata de un producto que se ofrece a granel o de otro modo en el que no lleve etiqueta con información nutricional, pregunte a la persona responsable de la venta de este. Deberán indicarle si incluye o no el alérgeno de interés. Asimismo, conviene proceder de la misma manera en los establecimientos de restauración colectiva (bares, restaurantes, comedores escolares…). Informe de sus circunstancias para que puedan asesorarle en la elección de los platos y comidas más seguras para su salud.
Si viaja a otros países, revise los ingredientes de los productos o pregunte a la persona que los ofrece. Ya que por ejemplo en Estados Unidos, el altramuz no se considera en la lista de 8 alérgenos más frecuentes.
Y en el día a día, dado que el altramuz es una legumbre, puede encontrar alternativas dentro de la familia. Es decir, recurra a la alubia, al garbanzo o a la lenteja. Menos recomendable son los cacahuetes, ya que presentan reactividad cruzada con el altramuz. Es decir, la similitud en la secuencia de aminoácidos en las proteínas, hacen que el sistema inmunitario pueda identificar al cacahuete como alérgeno y desencadenar una reacción alérgica.
Aparte de las legumbres alternativas propuestas, puede comer carne, pescado, huevo, cereales, verduras y hortalizas, fruta, frutos secos y lácteos sin problema. Así pues, seguirá teniendo una dieta completa.
PREGUNTAS FRECUENTES
Su médico de cabecera o alergólogo, después del diagnóstico, le proporcionará las pautas necesarias para proceder. Entre ellas, el dispensador de epinefrina para que pueda administrárselo si lo necesita. Ya que, aunque revise las listas de ingredientes, pueden darse ingestas no conscientes del alérgeno.
Si desconoce la composición de un producto, lo más prudente es no tomarlo.
- Informe a su entorno sobre su nueva circunstancia.
- Revise el etiquetado de los productos que vaya a comer. Si no incluyen información, pregunte a la persona responsable de su venta.
- Tenga en consideración la contaminación cruzada. Para ello, lave adecuadamente los utensilios que puedan haber estado en contacto con altramuces. Y si es posible, utilice utensilios diferentes pera minimizar las posibilidades de contacto.
- Recuerde que el cacahuete y el altramuz presenta reactividad cruzada.
La harina de altramuz seguirá conteniendo las proteínas, es decir, los compuestos susceptibles de desencadenar alergias alimentarias.
Por tanto, deberá rechazar todos los productos que incluyan harina de altramuz.
La reactividad cruzada se da cuando la similitud en la secuencia proteica de dos alimentos diferentes es tal, que nuestro sistema inmunitario los puede identificar como el mismo. De forma que, si tiene alergia a uno de ellos, su organismo podría identificar el otro como alérgeno, desencadenando una reacción alérgica de igual modo.
En este caso, se podría producir reactividad cruzada con los cacahuetes, leguminosa con similitud en la secuencia de aminoácidos en las proteínas de los altramuces.